La esperada reunión de este 21 de septiembre entre las autoridades sanitarias y educativas de la Nación y la Ciudad dejaron sensaciones encontradas para poder definir sus conclusiones. Por un lado, no hubo acuerdo, por lo que la vuelta a clases presenciales, al menos para un grupo de la población escolar, todavía no es posible. Sin embargo, los funcionarios crearon una “mesa de trabajo” y prometieron seguir manteniendo cumbres para avanzar con la reapertura de escuelas en el mediano plazo.
En la previa, el Gobierno de la Ciudad había jugado fuerte al presentar su proyecto de dictado de clases en las plazas y la vía pública. Una medida rápidamente resistida por los gremios docentes y dirigentes del Frente de Todos, que esbozaron el lema “Las escuelas no son bares”, en referencia a una expresión de la ministra Soledad Acuña en ese tono. Una frase que fue tomada por el propio Nicolás Trotta en la víspera de la reunión.
Esa iniciativa quedó descartada para la Nación. Por el contrario, según los distintos voceros, se abrió un canal de negociaciones para que la vuelta a clases sea en las escuelas, pero en los patios o jardines de las mismas. De todos modos, el acuerdo no está cerca en el corto plazo, ya que hubo planteos de parte de la Nación que no son sencillos de cumplir en pocos días.
Por un lado, se pidió elaborar un protocolo para plantear cómo respetar las normas sanitarias en el dictado de clases con esta modalidad. Y además, se insistió en la exigencia de que se presente la nómina de los alumnos y alumnas que se vieron impedidos de conectarse al sistema de apoyo virtual que las escuelas porteñas llevaron a cabo en estos seis meses de cuarentena debido a no contar con dispositivos electrónicos o falta de conectividad.
La Ciudad asegura que son 6500, pero hasta el momento individualizó a una cuarta parte. Para poder avanzar, el Gobierno de Alberto Fernández volvió a pedir la nómina completa, algo que las autoridades porteñas prometieron realizar.
“No hay acuerdo, sí una agenda de trabajo”, aclaró Trotta luego de la reunión. Poco antes, había corrido la versión de que se había alcanzado la adhesión nacional al plan de Horacio Rodríguez Larreta. Por lo que el ministro nacional enfatizo: “En ningún momento se planteó que los chicos puedan volver a las escuelas en los patios o en las plazas”. Y volvió a poner a disposición de la Ciudad las computadoras portátiles del programa Conectar Igualdad.
“Esperemos poder acordar las condiciones objetivas en el campo epidemiológico que nos permitan dar un paso y que no implique un riesgo innecesario”, sostuvo el ministro. Así, dejó otra clara definición: con el nivel de casos de coronavirus que actualmente hay en Buenos Aires, no habrá clases presenciales.
