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Clausuran un restaurante en Palermo por infracciones ambientales y molestias a vecinos

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Un local gastronómico de Palermo fue clausurado tras una inspección que reveló incumplimientos en materia de contaminación acústica y problemas de higiene.

La medida responde a denuncias de vecinos por ruidos molestos y olores que afectaban su vida cotidiana. “Es inaceptable que, en plena zona residencial, un local funcione sin cumplir con las normativas ambientales y afecte la calidad de vida de los vecinos”, señaló una fuente del Ministerio Público Fiscal porteño.

Las inspecciones arrojaron que el local, ubicado en Bulnes al 1700, operaba sin adaptarse a las normas de contaminación sonora ni a otras regulaciones.

La intervención fue liderada por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad, en respuesta a una denuncia por contaminación acústica y otros factores que alteraban la tranquilidad del barrio.

La administración del edificio adyacente señaló en su denuncia “ruidos molestos y olores nauseabundos” provenientes del restaurante, y describió cómo esto afectaba la vida de los habitantes de los pisos superiores.

Durante la inspección, realizada en coordinación con el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) y diversos organismos de control del Gobierno de la Ciudad, se detectaron infracciones que motivaron la clausura del establecimiento.

Los puntos observados fueron:

  • Exceso de decibeles: se constató que el ruido generado por el local superaba los límites permitidos para la zona, transgrediendo la ley de contaminación acústica.
  • Olores fuertes: las quejas de los vecinos por los olores fueron confirmadas durante la inspección, sugiriendo una falta de sistemas de ventilación adecuados.
  • Infracciones higiénicas: la Dirección General de Higiene y Seguridad Alimentaria detectó que el local no contaba con el nivel de limpieza requerido, lo que podría haber contribuido a los problemas de olor.

El fiscal Rolero Santurián ordenó la clausura judicial del restaurante hasta que el local logre regularizar su situación, lo que incluirá la instalación de dispositivos para mitigar el ruido y sistemas de ventilación adecuados.

Durante el operativo, además del equipo de UFEMA, participaron la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad y otras direcciones de fiscalización del GCBA, como la Dirección General de Fiscalización Urbana, la Dirección General de Fiscalización y Control, y la Dirección General de Contaminación Ambiental (DGCONTA).

La medida busca garantizar el cumplimiento de las normativas ambientales en una zona de alta densidad poblacional, como lo es Palermo, y subraya la importancia de conciliar las actividades comerciales con el bienestar de la comunidad.