Si no irrumpe un cisne negro, un estallido de contagios, el próximo sábado el conurbano volverá a fase 3. Se lo anticipó ayer Axel Kicillof a más de treinta intendentes del Gran Buenos Aires, por teleconferencia.
El esquema prevé otra particularidad: Kicillof dará más autonomía a los intendentes para que administren, dentro de un parámetro global, la cuarentena en sus municipios. Es decir: los permisos, que van de comercios minoristas a mudanzas, la industria y más salidas de niños con sus padres, se habilitarán automáticamente el sábado.
Kicillof dijo que el endurecimiento a partir del 1 de julio permitió aplanar la curva de contagios y alivió la presión sobre el sistema sanitario. Y que por eso están dadas las condiciones para una reapertura gradual y por sectores.
En una charla de más de dos horas con los alcaldes, puntualizó además que el regreso a fase 3 está acordado con Horacio Rodríguez Larreta, con quien se vio el lunes aunque la cuarentena será distinta en CABA y el conurbano.
La secuencia seguirá este miércoles con Kicillof cuando escuche al comité de científicos, paso previo al encuentro con Alberto Fernández y Larreta que en Olivos prevén para el jueves a la tarde aunque podría ser este mismo miércoles.
Según el decreto de cuarentena bonaerense -679 del 1 de julio- la fase 3 incluye 51 excepciones adicionales. A partir del 18, volverán a estar abiertos todos los comercios minoristas, incluso los de venta de indumentaria y todas las ramas industriales.
Se sumarán, las profesiones liberales: abogados, arquitectos, notarios y, entre otros, los escribanos. En paralelo, la fase 3 autoriza a kinesiólogos, nutricionistas y fonoaudiólogos. Lo mismo ocurrirá con las inmobiliarias, las mudanzas y con sectores de la construcción.
Las salidas de hijos con padres a hacer compras siguieron permitidas durante la fase 1 bis, pero ahora serán más flexibles. Es decir: con menos controles.
La enumeración no es un detalle: el cambio operativo de esa etapa es que todas las actividades contempladas en fase 3 estarán habilitadas desde el sábado sin tener que pasar por un doble filtro de que lo autoricen la provincia y la Nación.
Asimismo, cada intendente podrá frenar que su distrito abra algún rubro de la fase 3 si lo considera riesgoso. De ese modo, dentro de un parámetro general de limitaciones, cada alcalde tendrá cierta autonomía sobre su distrito.
Algo más: en unos días, una vez que la fase 3 esté plena, Kicillof evaluará aperturas adicionales como las que le elevó el intendente de La Plata, Julio Garro, para permitir salidas recreativas de niños.
«En la ciudad hay muchas plazas y espacios verdes lo que nos podría permitir la salida de los más chicos» le dijo Garro a Clarín. Otros jefes comunales, como Julio Zamora de Tigre, pedirán que la provincia le permita salidas recreativas.
Un caso: Larreta apuró le protocolo para abrir los shoppings mientras que esa variable no está, por ahora, en el menú de Kicillof. Con su equipo, el gobernador había analizado la posible apertura de las peluquerías y las casas de estética pero finalmente no estaría en el esquema inicial.
Quizá, como en CABA, se autoricen una vez que arranque la llamada fase 3. Se evaluó, también, permitir deportes individuales pero quedó en suspenso.
Kicillof estuvo acompañado por su jefe de Gabinete Carlos Bianco y los ministros Teresa García, Daniel Gollán y Andrés Larroque. Entre los intendentes, estuvieron Martin Insaurralde (Lomas) Néstor Grindetti (Lanús), Ariel Sujarchuk (Escobar) y, entre otros, Jorge Macri de Vicente López.