El Consejo Académico de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) expresó ayer su “extrema preocupación respecto de la situación presupuestaria” de la alta casa de estudios.
Ante tal situación, encomendó a su rector, Ricardo Gelpi, realizar gestiones ante el Ministerio de Capital Humano para “garantizar la continuidad de sus funciones en docencia, investigación, salud y extensión”.
A través de un comunicado emitido en la tarde de ayer, el Consejo Académico de la casa de altos estudios consideró a la educación pública universitaria como “un orgullo de la sociedad basada en los pilares de la gratuidad, autonomía, laicidad e inclusión social, con la máxima calidad académica, impulso de la investigación y compromiso con la sociedad” que requiere un financiamiento adecuado para desarrollar sus actividades”.
Ante la inflación registrada en 2023 y el inicio de 2024, consideró “necesario manifestar el estado de extrema preocupación de la comunidad universitaria” y peticionar “ante las áreas de gobierno correspondientes a efectos de garantizar la continuidad de sus funciones en docencia, investigación, salud y extensión”, así como “las actividades en el ámbito de sus Facultades, Colegios preuniversitarios, Hospitales y en todas sus instalaciones universitarias”.
La decisión del Consejo Académico de mandatar al rector de la UBA se centra en realizar las gestiones pertinentes ante el Ministerio de Capital Humano para activar “la paritaria docente y no docente, actualizar el presupuesto destinado a los gastos de funcionamiento y para la asignación y actualización de las partidas vinculadas a la función salud, vitales para el funcionamiento de los Institutos Asistenciales”.
Por último, reportaron que solicitarán a la “Jefatura de Gabinete de Ministros la asignación del presupuesto necesario para las actividades de ciencia y tecnología, a fin de sostener un sistema que es pilar esencial del mantenimiento de investigación y docencia de calidad en nuestras universidades públicas”.
En tanto, el Gobierno informó ayer que evalúa declarar la educación como “un servicio esencial”, a pocos días del inicio de clases en todo el país y a dos de que se desarrolle el congreso nacional de Ctera, en el que los gremios docentes resolverán el camino a seguir ante la falta de convocatoria a paritaria del sector y la decisión del Ejecutivo de no enviar a las provincias el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid).
En su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada, el vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que “se ha tomado la decisión de comenzar con la evaluación para declarar a la educación como servicio esencial. Los iremos manteniendo al tanto con respecto a este tema”.
De esta manera el Gobierno busca poner en vigencia los artículos del DNU 70/2023 que modificaban la ley laboral argentina y que la Justicia suspendió al declararlos “inconstitucional” por vulnerar el derecho a huelga.
En este contexto, el Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA convocó para hoy a un “Cacerolazo educativo” en el barrio porteño de Caballito, donde reclamará por “presupuesto universitario, boleto educativo y salario digno para docentes y no docentes”.
La actividad fue programada para hoy desde las 20 en el cruce de las avenidas Acoyte y Rivadavia, con el apoyo de otras agrupaciones estudiantiles, sindicatos docentes como Ademys y AGD-UBA Filo, sectores de la cultura y asambleas barriales, informó el Centro de Estudiantes en un comunicado.
Con información de la Agencia Nacional de Noticias Télam.
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