Ubicado en la Costanera Norte, un parque temático único en el mundo transporta a los visitantes a la antigua Jerusalén, recreando las distintas etapas de la vida de Jesús a través de réplicas y representaciones de lugares históricos. Un recorrido ecuménico que invita a cristianos, judíos, romanos y árabes a vivir la experiencia de la fe y la historia de hace dos mil años.
En un predio de 7 hectáreas, a orillas del río, se erige un parque que, más allá de ser una recreación histórica, es un testimonio vivo de las culturas que coexistieron en la antigua Jerusalén. Este parque temático religioso no solo invita a los visitantes a caminar por los mismos caminos que transitó Jesús, sino que también los transporta a un mundo de diversidad cultural y espiritual. Desde el pesebre hasta la crucifixión, la vida de Jesús es representada en escenas que involucran actores, réplicas históricas y espectáculos en vivo, creando una experiencia sensorial y educativa.
Este parque único en el mundo, situado en la Costanera Norte, es una réplica detallada de la ciudad de Jerusalén tal como era hace dos mil años, cuando Jesús de Nazaret vivió sus últimos días. En sus siete hectáreas, se pueden recorrer los lugares más significativos de su vida: desde el humilde pesebre de Belén hasta el Monte Calvario, donde ocurrió la crucifixión. Las representaciones incluyen la Última Cena, el Vía Crucis, la Resurrección y otros eventos claves del cristianismo, en un entorno que integra también la cultura judía, romana y árabe de la época.
El parque se destaca por su enfoque ecuménico, al albergar las distintas tradiciones religiosas y culturales de la época. Las zonas del parque incluyen réplicas del Muro de los Lamentos, la Gruta de las Vírgenes y los Santos, el Arca de Noé y un Templo Romano, entre otros lugares icónicos. Estos espacios no solo recrean la historia de Jesús, sino que también permiten a los visitantes comprender mejor las complejidades culturales y religiosas que caracterizaban a Jerusalén en tiempos de Cristo.
Uno de los aspectos más llamativos del parque es la intervención de actores que dan vida a los personajes históricos y bíblicos. Visten atuendos tradicionales de la época, lo que permite una inmersión total en el contexto histórico. Los visitantes pueden interactuar con estos personajes, quienes representan a los habitantes de Jerusalén, como mercaderes, soldados romanos, sacerdotes judíos y ciudadanos árabes, haciendo que cada rincón del parque cobre vida.
Para aquellos interesados en disfrutar de una experiencia más sensorial, el parque también ofrece una serie de espectáculos en vivo que incluyen música y danzas árabes. Estos eventos, que se realizan varias veces al día, ayudan a comprender mejor la diversidad cultural de la región en la época de Cristo, mientras se disfrutan las tradiciones artísticas que sobrevivieron al paso de los siglos.
En términos gastronómicos, el parque cuenta con restaurantes temáticos donde los visitantes pueden probar platos inspirados en la dieta tradicional de la región: desde pan de pita y hummus hasta especias que evocan la cocina de la época romana. Además, el parque tiene en cuenta a los más pequeños, con actividades diseñadas especialmente para ellos, como el Arca Giratoria, una calesita temática que reproduce la figura del Arca de Noé, el Taller de Galilea, un espacio de pintura y dibujo, y la Carpintería de José, donde los niños pueden participar en talleres de artesanías, acercándolos al oficio de un personaje clave en la vida de Jesús.
Entre las actividades especialmente pensadas para los más chicos se destacan las funciones de títeres que recrean historias bíblicas, haciendo el aprendizaje accesible y entretenido.
Este parque temático no es solo un recorrido turístico o educativo, sino una experiencia espiritual que conecta a las personas con los valores y las tradiciones que definieron a una de las ciudades más sagradas del mundo. Un espacio donde la historia, la fe y la cultura convergen para ofrecer una visión integral del pasado, en un entorno único que invita a reflexionar sobre las raíces profundas de nuestra civilización.
