El histórico Caminito, ubicado en el corazón del barrio de La Boca, ha sido objeto de una serie de renovaciones por parte de la Ciudad de Buenos Aires.
Estas intervenciones buscan mejorar tanto la seguridad del lugar como la organización y mantenimiento del espacio público, con el objetivo de que tanto vecinos como turistas puedan disfrutar de este emblemático paseo de manera más segura y ordenada.
Mejor iluminación para mayor seguridad Uno de los aspectos más destacados de la renovación fue el refuerzo de la iluminación.
Se instalaron 77 nuevas luminarias y se colocaron tres columnas de hierro en puntos clave del recorrido turístico.
Estas mejoras abarcaron seis arterias principales: Caminito, Garibaldi, Olavarría, Del Valle Iberlucea, Aráoz de Lamadrid y la avenida Pedro de Mendoza, contribuyendo a la seguridad nocturna tanto de visitantes como de comerciantes. Además, el Taller Colón, uno de los sitios históricos de la zona, también fue beneficiado con una mejor iluminación.
Reordenamiento del espacio público: En cuanto al espacio público, se llevaron a cabo tareas de reorganización en ferias y locales comerciales y gastronómicos.
Las inspecciones previas identificaron comercios que ocupaban las veredas de manera indebida, lo que llevó a su readecuación.
Los puesteros fueron reubicados en la Plazoleta Bomberos Voluntarios de La Boca, generando un mayor orden en la vía pública y garantizando un tránsito más fluido para los peatones.
Mantenimiento integral del barrio: El proyecto también contempló la peatonalización de Del Valle Iberlucea y la repavimentación de la avenida Alfredo Palacios, claves para un mejor tránsito de los turistas.
Se completó el readoquinado de la avenida Don Pedro de Mendoza, una arteria de gran relevancia en la conectividad del barrio.
En la esquina de Pinzón, se sumaron importantes mejoras de accesibilidad como la instalación de rampas, barandas y baldosas especiales, necesarias para facilitar el acceso a personas con movilidad reducida.
Este conjunto de obras representa un esfuerzo por parte de la Ciudad para revitalizar uno de los destinos más visitados de Buenos Aires, poniendo en valor tanto su patrimonio cultural como su atractivo turístico, y promoviendo una convivencia más armónica entre quienes transitan y habitan el barrio de La Boca.
Caminito, uno de los lugares más icónicos de Buenos Aires, está ubicado en el barrio de La Boca y ha sido reconocido por su rica historia cultural y artística. Este emblemático pasaje peatonal es famoso por sus casas coloridas y su ambiente de tango, atrayendo a turistas de todo el mundo.
Historia de Caminito: El nombre “Caminito” se debe al célebre tango compuesto por Juan de Dios Filiberto en 1926. Originalmente, el lugar era parte de las vías de un ramal ferroviario del Ferrocarril General Roca que dejó de funcionar en 1928.
Durante un tiempo, la zona fue abandonada y utilizada como basural. Sin embargo, en la década de 1950, el pintor Benito Quinquela Martín, gran impulsor del arte en La Boca, decidió rescatar el lugar y convertirlo en un museo a cielo abierto.
Quinquela Martín y otros vecinos pintaron las casas y murales, inspirados en los tonos vibrantes que caracterizaban el barrio portuario.
Un espacio cultural al aire libre: El Caminito actual se destaca por sus casas construidas con chapas de metal corrugado, típicas del barrio, y pintadas con colores brillantes.
Esto refleja la tradición de los inmigrantes italianos (en su mayoría genoveses) que llegaban a La Boca y utilizaban restos de pintura de barcos para darle color a sus hogares. Hoy, Caminito es un museo al aire libre que combina arquitectura, arte y cultura popular.
Relevancia turística y cultural: Caminito se ha convertido en un punto de encuentro para artistas callejeros, bailarines de tango y pintores.
También alberga numerosas tiendas de artesanías, restaurantes y espectáculos de tango en vivo, este rincón boquense es un reflejo de la identidad cultural porteña, especialmente de la influencia del tango, del cual La Boca es cuna y centro de inspiración.
Monumentos y arte: A lo largo de Caminito se pueden encontrar esculturas y murales que rinden homenaje a figuras importantes del arte y la historia de Argentina, como la estatua de Carlos Gardel, otro ícono del tango.
Además, algunas casas han sido convertidas en pequeñas galerías y museos, que exponen obras de artistas locales.
Caminito es un ejemplo del esfuerzo de los vecinos por preservar el patrimonio cultural y transformar un espacio abandonado en un símbolo de la identidad boquense.