Con más de 3.300 ciclistas diarios, la ciclovía de la calle Billinghurst será renovada para ofrecer un trayecto más amplio, cómodo y seguro.
Este corredor, uno de los más transitados de la Ciudad, será ensanchado y su superficie mejorada como parte del Plan de Ordenamiento de Ciclovías, que busca fortalecer la movilidad sustentable.
Estas mejoras no solo benefician a los ciclistas que ya utilizan la red, sino que buscan incentivar a más vecinos a optar por un transporte sustentable y saludable, destacaron desde el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana.
La intervención en la ciclovía de la calle Billinghurst es parte de un ambicioso plan para optimizar la Red de Ciclovías y Bicisendas de la Ciudad de Buenos Aires.
Este tramo, que conecta desde la calle Perón hasta Gorriti, será ampliado en un 25%, pasando de 2 metros a 2,5 metros de ancho.
La obra responde a la creciente demanda de ciclistas que, en los últimos años, han transformado esta vía en la segunda más utilizada de toda la red.
Entre las mejoras planificadas, además del ensanche, se destacan la eliminación de desniveles en la superficie, el reemplazo de elementos que representen un riesgo y la reducción de pendientes para garantizar un tránsito fluido y accesible.
Según explicaron los responsables del proyecto, estas modificaciones no afectarán la circulación vehicular en la zona.
Las estadísticas respaldan la importancia de estas obras: un promedio diario de más de 3.300 ciclistas utiliza este tramo, consolidándolo como un eje fundamental dentro de la red.
El aumento del ancho permitirá que los usuarios puedan circular con mayor comodidad, especialmente en horarios pico, cuando el flujo es más intenso, señalaron desde el área de Movilidad Sustentable.
La renovación de la ciclovía no solo apunta a los usuarios actuales, sino también a quienes aún no han incorporado la bicicleta como medio de transporte.
El Plan de Ordenamiento de Ciclovías busca ampliar la red, mejorar su calidad y generar un entorno que invite a nuevos usuarios.
En este contexto, la obra de Billinghurst se presenta como un ejemplo de cómo la planificación urbana puede adaptarse a las necesidades de una movilidad sustentable y eficiente.
Cabe destacar que, en los últimos años, Buenos Aires ha sido reconocida a nivel internacional por su red de ciclovías, con menciones en rankings globales que destacan su contribución a la reducción de emisiones de carbono y al descongestionamiento del tránsito vehicular.
Sin embargo, aún queda trabajo por hacer. En palabras de uno de los responsables del proyecto:
“No es suficiente con tener una red extensa; también es fundamental garantizar que sea funcional, segura y atractiva para los vecinos”.
Con estas mejoras, la ciclovía de Billinghurst se consolida como un modelo de infraestructura urbana al servicio de la movilidad sustentable.
Cada pedalada no solo representa una alternativa de transporte más saludable, sino también un paso hacia una ciudad más amigable con el medio ambiente y con quienes la habitan.