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La Ciudad homenajea a Sandro a 80 años de su nacimiento

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Buenos Aires se transforma en un hervidero cultural con una agenda repleta de propuestas que homenajean a íconos populares, celebran el arte en todas sus formas y abren las puertas de museos, teatros y espacios históricos.

El Ministerio de Cultura de la Ciudad presentó un itinerario de actividades imperdibles para los próximos once días que no solo honra a figuras como Sandro, sino que también invita a descubrir joyas escondidas del patrimonio argentino.

Estas actividades nos permiten encontrarnos con nuestra identidad, revisitar figuras fundamentales de nuestra cultura popular y valorar el trabajo de artistas de todas las épocas, expresó Enrique Avogadro, ministro de Cultura porteño, al presentar la programación.

El abanico de actividades comienza con uno de los homenajes más esperados: el tributo a Roberto Sánchez, más conocido como Sandro.

El martes 22 de abril, en el Hall Alfredo Alcón del Teatro San Martín, a las 18 horas, se dará inicio a un ciclo que conmemora los 80 años de su nacimiento y los 55 años de su icónica presentación en el Madison Square Garden.

La apertura incluirá una charla que revisita su legado, seguida por la proyección del film Muchacho en el Centro Cultural San Martín.

Además, del 23 al 25 de abril, se llevará a cabo un ciclo de cine con películas que lo tuvieron como protagonista, acompañado por una muestra de objetos originales como vestuario, guiones, bijouterie y fotografías inéditas.

Pero la agenda cultural va mucho más allá del homenaje al Gitano. El miércoles 23 se inaugura “Platería argentina, una pasión. Un siglo de coleccionismo” en el Museo de Arte Popular José Hernández.

Esta muestra reúne 120 piezas de gran valor histórico y artístico, pertenecientes a las colecciones privadas de Carlos Daws y Oscar Collazo.

Se trata de un recorrido cronológico que abarca desde el arte virreinal hasta la platería criolla del siglo XIX, pasando por expresiones regionales como la pampa.

Estas piezas, pocas veces exhibidas, representan una ventana al pasado que conecta al visitante con las costumbres, rituales y estéticas de otras épocas.

El mismo miércoles 23, la estación Plaza Italia de la línea D del subte se convierte en escenario de la tradicional Suelta de Libros de Sant Jordi, una iniciativa conjunta con la Delegación del Gobierno de Catalunya que combina la celebración del Día del Libro con el Día de los Enamorados.

Esta acción simbólica promueve el acceso a la lectura y resalta la cultura catalana en vísperas de la Feria del Libro.

En el plano teatral, se destaca la puesta Sansón de las islas, una obra que revisita con crudeza y humor el uso político de las figuras populares durante la dictadura militar.

También se presenta Personas, lugares y cosas, una historia contemporánea que aborda la lucha contra las adicciones y la alienación, temas profundamente resonantes en la sociedad actual.

Otra cita ineludible será el estreno de dos muestras en el Museo Moderno el jueves 24: Un día en la vida de Valentina Quintero, y La cuarta pared de Jorge Miño.

Este último también exhibe Abstracciones de un sueño en la FotoGalería del Teatro San Martín, una serie fotográfica que descompone la arquitectura del icónico edificio porteño con una mirada surrealista.

El viernes 25, la música patrimonial se adueña de los Bares Notables de la Ciudad, con artistas como Susan Ferrer y Lautaro Mazza rindiendo tributo a géneros declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, como el tango, el candombe, el bolero y el chamamé.

En paralelo, la Orquesta de Tango de Buenos Aires ofrecerá un emotivo concierto en homenaje al maestro Carlos García en el Centro Cultural 25 de Mayo, con entrada gratuita y reserva previa.

Ese mismo día se realizará una visita guiada muy especial al Sitio Arqueológico La Noria, el único espacio de la ciudad donde se han hallado vestigios prehispánicos.

Esta actividad busca fomentar la conciencia sobre el patrimonio arqueológico urbano y acercar al público general a los orígenes de la vida en el área metropolitana.

El sábado 26, la oferta cultural se expande aún más. En el Espacio Cultural Resurgimiento, el grupo Taura propone una reinvención del tango desde una perspectiva femenina y contemporánea.

También ese día, en el Centro Cultural Recoleta, se proyectará El halcón y la flecha de Jacques Tourneur, como parte del ciclo dedicado al director francés.

Por su parte, Emilio Del Guercio presenta su nuevo disco Un día antes del futuro en el Anfiteatro del Parque Centenario, con entrada libre.

El domingo 27, el broche musical lo pondrá el ensamble In crescendo con un concierto que fusiona música clásica y popular, desde Bizet hasta Piazzolla, en el mismo Parque Centenario.

Más temprano, a las 16 h, el Centro Cultural 25 de Mayo será sede de un encuentro coral abierto al público, con la participación de la Agrupación Urquiza Coral y otras formaciones invitadas.

Además de esta nutrida grilla de espectáculos y exposiciones, la Ciudad mantiene abiertas varias convocatorias dirigidas a artistas y gestores culturales.

Hasta el 25 de abril se puede aplicar a Prodanza, el programa que impulsa proyectos de danza contemporánea, mientras que Mi barrio, mi mural convoca hasta el 30 de abril a muralistas que deseen intervenir espacios barriales reforzando identidades locales.

También continúa la inscripción a los cursos de Estudio Urbano, que ofrecen formación en áreas clave de la industria musical.

Las visitas guiadas al Planetario, al Teatro Colón o los recorridos por monumentos históricos en el Casco Histórico son parte de una política sostenida que busca abrir las instituciones culturales a toda la ciudadanía, democratizando el acceso al conocimiento y al arte.

Como cronista y como ciudadano, celebro que Buenos Aires ponga en primer plano a su cultura y su memoria. No solo se trata de espectáculos o exposiciones, sino de reencontrarnos con lo que somos y con lo que podemos ser.

Estos once días son una invitación a mirar más allá de lo cotidiano, a sumergirse en historias, voces, objetos y espacios que hablan de nuestra identidad.

Y en cada charla, cada canción o cada foto, volver a sentir que la cultura es un derecho, una celebración y una forma de vivir más plenamente.