Con la participación de 1540 gamers de todo el país, la tercera edición de la Copa BA Gaming se consagró como uno de los torneos más importantes de la región. Con intensas finales presenciales en Palermo, la competencia demostró el crecimiento de los esports y posicionó a Buenos Aires como la capital gamer de Latinoamérica.
La 3° edición de la Copa BA Gaming, celebrada en la sede de FiReSports en el barrio de Palermo, no solo congregó a más de 1500 gamers, sino que también reforzó el papel de Buenos Aires como epicentro de la industria de los esports en la región. Los 253 equipos provenientes de distintos rincones de Argentina deslumbraron con su destreza en tres disciplinas clave: “League of Legends”, “Counter Strike 2” y “Free Fire”. A lo largo de la competencia, el fervor y la emoción no solo se vivieron en la pantalla, sino también en la vibrante interacción de los asistentes.
“Los deportes electrónicos son una oportunidad de crecimiento para el talento de la Ciudad de Buenos Aires. Los jóvenes pueden encontrar en esto la oportunidad de trabajar y de potenciar todas sus capacidades. Es una alegría que con cada edición se sumen más personas de todo el país”, destacó Jorge Macri, quien encabezó la ceremonia de premiación. A su lado, Raúl Piola, Secretario de Innovación y Transformación Digital, subrayó la importancia de los esports en el desarrollo profesional y social de los jóvenes en la ciudad. La Copa BA Gaming, que en su tercera edición registró una participación récord, es una muestra palpable de cómo este fenómeno está transformando la cultura digital y el mercado laboral en la capital argentina.
El torneo, que se disputó durante varias semanas, culminó con emocionantes finales presenciales. En «League of Legends», dos equipos llegaron al último paso tras una serie de intensas rondas. Seven Dark, con jugadores de Córdoba, San Luis, Vicente López, Zárate, Tigre y CABA, se enfrentó al equipo de Chacabuco, un conjunto del interior de Buenos Aires, que sorprendió a todos con su gran desempeño. La final, disputada con un nivel de tensión y emoción sin igual, dejó a los asistentes en vilo hasta el último minuto, reafirmando la popularidad del juego a nivel nacional.
Por otro lado, «Counter Strike 2» no se quedó atrás. Pewpew, un equipo con integrantes de Córdoba, Chubut, San Luis, Bolívar, Isidro Casanova y Quilmes, chocó contra Matanga, de Bahía Blanca, en una final que atrajo a una gran cantidad de fanáticos del shooter táctico. Los enfrentamientos fueron tan reñidos que cada jugada podía marcar la diferencia entre la victoria y la derrota, demostrando la alta competitividad que caracteriza a la escena local de los esports.
Pero uno de los momentos más esperados de la Copa BA Gaming 2024 fue la final de “Free Fire”. Este juego, con una comunidad masiva en todo el país, tuvo como protagonista al equipo Japón CTA Esports, que logró consagrarse campeón por segundo año consecutivo. Su victoria se vivió con gran emoción, pues reafirmaron su lugar como uno de los mejores equipos del país, ganándose el aplauso y respeto de la comunidad gamer.
El evento no solo tuvo una gran cobertura mediática, sino que también ofreció una vitrina única para las marcas, que aprovecharon la ocasión para acercarse a un público joven y apasionado por los deportes electrónicos. Según los organizadores, la Copa BA Gaming 2024 registró un aumento del 20% en la asistencia con respecto al año anterior, lo que confirma la creciente popularidad de este tipo de eventos. Además, la participación de equipos de todo el país destacó el potencial de las regiones, demostrando que los esports no son solo cosa de las grandes ciudades.
La Copa BA Gaming 2024 dejó claro que los deportes electrónicos están aquí para quedarse. Con cada edición, Buenos Aires se consolida como la capital gamer de Latinoamérica, un lugar donde jóvenes de todo el país encuentran en los videojuegos una verdadera carrera profesional. Al cierre de este torneo, la sensación de que la industria de los esports no solo crece, sino que está preparada para transformar vidas, se hizo más evidente que nunca.