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La Defensoría del Pueblo dice presente en la Feria del Libro 2025

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La Defensoría del Pueblo porteña vuelve a decir presente en la Feria Internacional del Libro 2025 con un stand propio, en un gesto que busca acercar derechos, debates y herramientas a cada vecino y vecina que recorra los pasillos de La Rural.

La cita es del 24 de abril al 12 de mayo, en el corazón del Pabellón Amarillo, donde el compromiso ciudadano se funde con la palabra escrita.

Estar en la Feria no es solo estar en una vidriera cultural; es poner a disposición del público una herramienta concreta de acceso a la justicia y los derechos, expresó Alejandra Bronzini, coordinadora institucional de la Defensoría, al presentar la agenda de actividades que acompañará su presencia en el stand 1605.

Una vez más, la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se suma a uno de los eventos culturales más convocantes de Latinoamérica.

La presencia institucional no es meramente simbólica: desde su puesto de atención al público, ubicado en el stand 1605 del Pabellón Amarillo, los y las visitantes podrán realizar reclamos, consultas, denuncias y trámites relacionados con la defensa de sus derechos.

Se trata de un espacio donde lo literario se cruza con lo institucional, y donde las letras dialogan con las luchas sociales y los desafíos de la democracia actual.

Por eso, además de la atención personalizada, la Defensoría desplegará una agenda intensa de charlas, mesas redondas y talleres que abordarán temas de ciudadanía, justicia social, cultura digital, equidad de género, salud mental, urbanismo, juventud y mucho más.

Algunos de los nombres que integran esta grilla son un fiel reflejo de la diversidad de miradas que buscan interpelar a quienes se acerquen: Dora Barrancos, referente histórica del feminismo y la investigación social; Pablo Semán, sociólogo y especialista en culturas populares; Marta Dillon, periodista y activista por los derechos LGBTQ+; y Franco Torchia, conductor y militante por la diversidad.

También participarán referentes del ámbito político como Graciela Camaño, y especialistas de organizaciones e instituciones como Faro Digital, el CONICET y Fund.ar, que traerán al debate cuestiones urgentes como la ética en la inteligencia artificial, la protección de datos personales, el impacto del discurso de odio en redes, o la relación entre nuevas tecnologías y derechos humanos.

Este año, la consigna que guía la propuesta es clara: fortalecer el vínculo entre la ciudadanía y las instituciones democráticas mediante la palabra.

En tiempos donde el descreimiento gana terreno, este tipo de acciones resultan fundamentales para reinstalar el valor de lo público, lo colectivo y la escucha activa.

No es la primera vez que la Defensoría participa en la Feria. Sin embargo, la edición 2025 se destaca por la amplitud de su oferta, la diversidad de invitados e invitadas, y la articulación con otras entidades académicas y sociales que aportan contenido de calidad.

La Feria, por su parte, sigue consolidándose como una usina de ideas, un lugar de encuentro entre generaciones y un semillero de debates que trascienden lo literario.

La propuesta se desarrollará todos los días, en paralelo a la muestra, que funcionará de lunes a viernes de 14 a 22 y los fines de semana, feriados incluidos, de 13 a 22.

Cada jornada tendrá una programación propia que puede consultarse a través de las redes sociales oficiales de la Defensoría o en el mismo stand.

Como periodista, celebro que en estos escenarios tan amplios y convocantes se habiliten espacios donde las palabras no solo se lean, sino que también sirvan para transformar realidades.

Porque más allá de los libros y los autores, una feria del libro también puede ser una feria de los derechos.

Remate
En un contexto de cambios sociales vertiginosos, donde muchas veces los derechos parecen estar en disputa, la presencia activa de organismos como la Defensoría en ámbitos culturales resulta no solo oportuna, sino imprescindible.

Porque leer es un acto de libertad, pero ejercer nuestros derechos también lo es. Y este año, en la Feria, ambos gestos van de la mano.