Este emblemático parque no solo es un pulmón verde, sino también un refugio cultural que invita a los porteños y turistas a disfrutar de su belleza y biodiversidad.
El parque Tres de Febrero, conocido como los Bosques de Palermo, se erige como el espacio verde más icónico de Buenos Aires, abarcando 370 hectáreas de paisajes de ensueño que han sido un testimonio vivo de la historia y la naturaleza de la ciudad desde su inauguración en 1875.
Los Bosques de Palermo no son solo un destino recreativo, son un legado cultural. “Este parque es un símbolo de la identidad porteña”, comenta el historiador local Jorge Fernández. La extensión de sus áreas verdes y la diversidad de sus espacios hacen de este parque un lugar único en el que convergen naturaleza, arte y actividad física. Desde sus cuatro lagos —el Lago Regatas, el Lago del Rosedal, el Lago del Planetario y el Lago Victoria Ocampo— hasta las 29 plazas que lo componen, cada rincón invita a la exploración.
- Acceso y diversidad: El parque cuenta con áreas de acceso libre y gratuito, como el Rosedal y diversas plazas, permitiendo que todos los visitantes disfruten de su belleza sin costo alguno.
- Espacios restringidos: Sin embargo, también alberga espacios de uso restringido como el Campo de Golf y el Jardín Japonés, que requieren entradas.
- Actividades recreativas: Los caminos internos y las bicisendas están diseñados para el esparcimiento. Muchos porteños eligen hacer picnics, pasear en bote o simplemente relajarse junto a sus lagos.
El Rosedal, uno de los atractivos más destacados, alberga más de 12 mil rosales de 93 especies diferentes. Su diseño ha sido galardonado con el Garden Excellence Award en 2012, un reconocimiento a la belleza y armonía de este espacio. Entre las variedades más notables se encuentran la rosa sevillana y la Johan Strauss, que llenan de color y aroma el entorno.
- Biodiversidad: Los Bosques de Palermo son hogar de una rica biodiversidad. Se estima que albergan decenas de miles de árboles, incluyendo tipas y eucaliptos. La fauna aviar es igualmente variada, con especies como cisnes y garzas que habitan los lagos, mientras que el Club de Observadores de Aves organiza actividades para los entusiastas de la ornitología.
- Historia en cada rincón: El parque fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 por el presidente Sarmiento, quien visualizó un espacio donde la naturaleza y la cultura pudieran coexistir. Con el tiempo, se realizaron ampliaciones bajo la dirección del paisajista Carlos Thays, quien dejó su huella en numerosos parques de la ciudad.
- Estadísticas relevantes: Según estudios recientes, los Bosques de Palermo reciben más de 1 millón de visitantes al año, lo que subraya su importancia como punto de encuentro y esparcimiento en la capital argentina.
Los Bosques de Palermo no son solo un lugar para pasear; son un verdadero refugio donde la historia y la naturaleza se entrelazan, ofreciendo a cada visitante una experiencia única que refleja el alma de Buenos Aires. En cada paso, en cada susurro del viento entre las hojas, se siente el latido de una ciudad que, a través de sus espacios verdes, sigue celebrando la vida.
