València (EFE).- Escribir a mano, pasear con los amigos, aprender nuevos idiomas, dormir ocho horas diarias o eliminar el estrés son algunas de las recomendaciones para mantener un cerebro saludable que realizan los neurólogos, quienes defienden un «cambio de paradigma» que prime la prevención para reducir la alta incidencia y el impacto de las enfermedades neurológicas.
Así lo asegura en una entrevista con EFE José Miguel Laínez Andrés, jefe de Servicio de Neurología del Hospital Clínico de València y expresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), quien ha coeditado, junto al actual presidente de la SEN, Jesús Porta Etessan, el libro ‘Salud cerebral: mantén joven tu cerebro’, en cuyo prólogo ya sentencian: «Recuerden: no hay salud sin salud cerebral».
«La aproximación a las enfermedades neurológicas no se debe limitar a tratarlas, sino que debe ser fundamentalmente preventiva. Ese es el cambio de paradigma fundamental que intentamos conseguir», afirma Laínez, quien advierte de que estas dolencias están creciendo, debido especialmente al envejecimiento de la población.
23 millones de personas con enfermedad neurológica
Se estima que en España más de 23 millones de personas sufre algún tipo de enfermedad neurológica, una prevalencia un 18 % superior respecto a la media mundial, y las más prevalentes son los ictus, las cefaleas (en particular la migraña), la enfermedad de Alzheimer y otras demencias y trastornos neurodegenerativos, la epilepsia y algunas neuropatías, según indica la publicación.

La elevada incidencia de enfermedades neurológicas, principal causa de discapacidad y segunda causa de muerte, y su continuo crecimiento hacen necesario un «cambio de paradigma» en la conciencia sobre la salud cerebral e incidir en la prevención para reducir el impacto de estas dolencias y tratar de tener un cerebro lo más sano posible.
Laínez destaca la importancia de que la ciudadanía se implique de forma importante en esta prevención, ya que no solo irá en beneficio de la salud de la población sino del sostenimiento del sistema. «Si no logramos que se reduzca el Alzheimer o el ictus, dentro de 30 años vamos a tener un grave problema de salud pública, una pandemia», alerta.
Respecto al Alzheimer, afirma que hay «buenas noticias» porque se ha demostrado, y publicado recientemente en una revista científica, que su aparición se está retrasando y aparece dos o tres años más tarde, «y la única razón que hay para ello en los países occidentales es el cambo de los estilos de vida», explica.
Decálogo para un cerebro saludable
El monográfico incluye un decálogo con medidas para mantener un cerebro saludable e incidir en la prevención de las enfermedades neurológicas, ya que se estima que hasta el 40 % de las demencias y el 50 % de los accidentes cerebrovasculares son prevenibles si se actúa desde la infancia.
Incluye recomendaciones como realizar actividades que estimulen la actividad cerebral (leer, escribir, juegos de mesa, manualidades, crucigramas o aprender un nuevo idioma), evitar el sobrepeso y realizar algún tipo de actividad física de forma regular, y evitar el consumo de tóxicos como el alcohol, tabaco, drogas o la contaminación ambiental.
«Debemos intentar mantener la actividad cerebral a lo largo de la vida, cada uno en el grado que sea. Es tan lícito hacer ecuaciones matemáticas como leer una revista de moda», afirma el neurólogo.
En el caso del ejercicio físico, Laínez subraya que ha demostrado ser un elemento esencial para el envejecimiento global y también del cerebro, y considera que cada uno debe hacer la actividad física que le resulte más placentera y fácil. «Es tan protector caminar una hora al día o pasear con amigos como correr maratones», subraya.
También aconseja controla otros factores de riesgo vascular como la hipertensión arterial, diabetes o hiperglucemia; potenciar las relaciones sociales y afectivas evitando el aislamiento social; seguir una dieta equilibrada; y tener un sueño de calidad, tratando de dormir unas ocho horas diarias.
El uso moderado de internet, pantallas digitales y redes sociales es otra de las recomendaciones. En el caso de los niños, advierte de lo «especialmente negativo» que es el uso de dispositivos electrónicos, ya que su cerebro aún no está maduro y no es bueno recibir una hiperestimulación sensorial, auditiva y visual durante muchas horas.
«Se ha demostrado que escribir a mano es mucho más estimulador del cerebro en todos los niveles, mejora la memoria y los procesos cognitivos», señala José Miguel Laínez, quien considera esencial tener una «reserva cerebral» para resistir mejor el deterioro cognitivo debido a enfermedades o lesiones cerebrales.
El decálogo también incluye consejos como eliminar el estrés en todos los ámbitos que sea posible y destaca la importancia de mantener una actitud positiva, ya que «el buen humor y la risa fortalecen el cerebro». © EFE
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