Mónica Collado | València (EFE).- Diseñado con Inteligencia Artificial y combinado con inteligencia emocional, una mascota robótica en forma de loro y bautizada como Onorato IA detecta movimiento, voz y rostro del usuario para identificar su estado de ánimo y la situación en que se encuentra y transmitirlo a sus familiares en tiempo real, por lo que quiere redefinir y revolucionar el cuidado de los mayores.
Su creador, Pablo Mariñosa, resalta a EFE que Onorato consigue que los mayores identifiquen una «mascota simpática, que les hace compañía, les habla, les recuerda su medicación y sus programas favoritos y les da seguridad» mientras los familiares están «tranquilos» porque lo monitoriza y controla a diario, y a través de una aplicación móvil están informados en tiempo real.
De Zaragoza pero afincado en Sitges (Barcelona) desde hace dieciocho años y autodidacta, Mariñosa está inmerso ahora en el programa de la aceleradora valenciana Lanzadera, con el objetivo de que en diciembre la empresa esté operativa y Onorato IA, comercializado -se está haciendo una preventa con descuento para entregar a fin de año-.
El origen: los deberes que le dejó su padre al morir
Cuenta que su padre tuvo demencia en sus últimos años; vivía en su propia casa y él lo cuidó. Tenían por costumbre los «jueves de paella y loro» porque iban a un restaurante en Sitges, al lado del cual había un balcón con un loro en una jaula.
«Era como si fuéramos a Disney y el loro fuera Mickey Mouse. Hasta que no le hablaba no nos sentábamos a comer; podíamos estar veinte minutos», rememora; dos meses antes de fallecer, estando en el hospital, le pidió que le comprara un loro para hacerle compañía y cuidarle.
Veía difícil llevar un loro real al hospital, pensó fabricar uno con inteligencia artificial y buscó cómo hacerlo aunque le costara tiempo y dinero porque pensó que los años que lo cuidó «había diez parámetros supersencillos» que «jamás» pudo controlar.
«Si los hubiera hecho, su calidad de vida y la mía hubiera sido un 8 y así fue de un 2: fiebre, comida, bebida, caídas, día de la semana, su programa favorito, su equipo de fútbol…», enumera.
Le dijo que le iba a traer el loro y mientras lo diseñaba, las enfermeras le hicieron un dibujo y él decidió llamarlo Onorato.
«Pero a los dos meses falleció. Vi que en el mundo hay 800 millones de personas de 65 años o más, el 60 % viven solos y sus hijos no los pueden cuidar.
Los mayores quieren estar en sus casas y ser felices y estar seguros allí, y sus familiares estar tranquilos. Mi padre me había dejado los deberes y creé a Onorato en su honor», explica.

Con wifi y satélites para cocina, baño y habitación
Onorato se conecta a la red wifi y cuenta con tres satélites inalámbricos con el sistema de movimiento, voz y rostro, para cocina, baño y habitación, que permite monitorizar a la persona en todas las estancias de su casa; así está atento para prevenir situaciones de riesgo y avisa a los familiares si ocurre algo a través de una aplicación de móvil «con tantos accesos como familiares, amigos o cuidadores quieran».
Detectar caídas, realizar llamadas y compras, mantener la mente en forma, recordar la medicación que se ha de tomar u otras rutinas son algunas de las funciones de este loro, que reconoce el rostro del usuario y al que se le pone un nombre para hablarle.
«Está ideado para combatir la soledad, cuidar a tus mayores y prevenir el deterioro cognitivo», afirma.
Entrenamiento para enamorar al usuario en el minuto uno
Antes de entregarlo al propietario final, el loro se entrena durante tres meses con la información que proporcionan los familiares del usuario en un extenso formulario, una personalización que «afina la convivencia».
«Se trata de que en el minuto uno, cuando el loro entra en casa, enamore totalmente a la persona, capte su factor emocional y sea su mejor amigo», asegura.
No se entrega hasta los tres meses, un periodo que pasa «en una granja virtual de loros entrenándose para ser entregado a la persona para la que lo compras totalmente personalizado», con sus gustos, fobias, hobbies y datos personales.
«La granja de loros virtual es la clave del proyecto junto al software Onora, que es lo que hace que eso funcione y que esté personalizado», afirma.
Lanzadera: captar talento para València
Onorato se ideó en 2023 y, tras un año trabajando en el diseño para que «no pareciera un robot, no fuera ni grande ni pequeño y que cuando la gente lo viera lo quisiera achuchar y comprar», a finales de 2024 el proyecto fue captado por Lanzadera para entrar en su programa de aceleración.
Con venta inicial en web, Mariñosa tiene la idea de crear tiendas especializadas -Onorato stores- inicialmente en ciudades como Barcelona, Madrid, València y Málaga.
«Lanzadera hace algo increíble como organización y por València, que es buscar y captar proyectos que les parezcan interesantes a nivel global. Como si fueran ojeadores de fútbol buscando proyectos que pueden ser líderes a nivel internacional para lanzarlos», explica.
«Están atrayendo talento de un montón de sitios de España, Latinoamérica y Europa a València» y eso genera riqueza para la ciudad porque se crean empresas y puestos de trabajo, añade.
Mariñosa, de 47 años, lo valora así: «Transmiten el modelo de gestión de Mercadona de una forma totalmente transparente y altruista, te ponen un director del proyecto, que en mi caso es alguien que lleva 30 años en el en el universo Mercadona y se convierte en un en un miembro de tu compañía». © EFE
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