
Con motivo del fin de semana largo por Semana Santa, la Ciudad de Buenos Aires desplegó un imponente operativo de seguridad que abarcó patrullajes en todos los barrios, controles vehiculares estratégicos y un refuerzo del sistema de monitoreo inteligente para garantizar la tranquilidad de vecinos y turistas.
Se estima que más de 100.000 personas eligieron la capital como destino, lo que activó un despliegue sin precedentes en el que la tecnología volvió a ser protagonista.
Convivimos con una Provincia sin control y sin seguridad, y no vamos a permitir que ese caos entre a la Ciudad.
Por eso vamos a seguir invirtiendo en lo que funciona: más equipamiento, más tecnología y más respaldo para ustedes, sostuvo el jefe de Gobierno, Jorge Macri, durante una recorrida por el centro de monitoreo en el norte de la ciudad.
Durante los cuatro días que comprendieron el receso de Semana Santa, la Policía de la Ciudad intensificó su accionar en las calles con un amplio operativo que incluyó 46 cuadrantes de patrullaje distribuidos en toda la geografía porteña.
Desde las 22 horas del jueves hasta las 6 del lunes, más de mil efectivos participaron en tareas preventivas, con especial atención en las zonas de alto tránsito turístico, como Palermo, San Telmo, Recoleta, Microcentro y Costanera Norte.
A la par, se dispusieron 92 controles vehiculares coordinados con el Anillo Digital, una herramienta clave para el rastreo de autos robados o con pedido de captura.
Este sistema, compuesto por más de 850 pórticos lectores de patentes, monitorea los 74 accesos a la Ciudad y se encuentra interconectado con la red de autopistas urbanas AUSA.
El objetivo es detectar y detener vehículos que presentan irregularidades legales, permitiendo una reacción inmediata del personal policial en calle.
Desde su implementación, el Anillo Digital ha demostrado su eficacia: según cifras oficiales, en lo que va del año se identificaron 131 vehículos con impedimentos de circulación, lo que derivó en más de 140 personas detenidas.
El año pasado, se registraron más de 1.200 procedimientos exitosos. Además, los datos más contundentes indican que desde su instalación, los robos de autos se redujeron en casi un 80% y los secuestros extorsivos en un 90%, dos delitos que históricamente golpeaban con fuerza en la zona limítrofe entre CABA y el conurbano.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, visitó el Centro de Monitoreo Norte, ubicado en Balbín, desde donde se centralizan las alertas que genera el sistema.
Allí agradeció personalmente a los oficiales por su trabajo y mantuvo un diálogo con los agentes de la Policía Motorizada que refuerzan los operativos en puntos estratégicos. Estuvo acompañado por el secretario de Seguridad, Maximiliano Piñeiro, y el jefe de la Policía de la Ciudad, Diego Casaló.
“Esta tecnología no solo permite detener autos robados, también nos da ventaja táctica. Cuando se detecta un auto con pedido de captura, la información llega en segundos a un móvil cercano.
Esa coordinación es clave y nos permite tener una Ciudad más segura”, explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad porteño.
El sistema de cámaras se encuentra activo las 24 horas y se complementa con un mapa de calor del delito que permite anticipar zonas de riesgo.
Además de los controles vehiculares y los patrullajes, se montaron operativos específicos contra “trapitos” y cuidacoches ilegales en zonas de alta concentración turística, especialmente en Palermo, Aeroparque, Microcentro y la Costanera.
La presencia de estos individuos suele ser motivo de quejas por parte de vecinos y visitantes, por lo que la Ciudad busca erradicar esta práctica con despliegues puntuales.
En cuanto al turismo, las cifras oficiales estimaron la llegada de alrededor de 108.000 visitantes, con un 68% de ocupación hotelera, lo que representó un importante movimiento económico para los sectores gastronómicos, culturales y hoteleros.
Este nivel de afluencia fue uno de los motivos centrales para reforzar el esquema de seguridad.
Vale destacar que esta política de “frontera digital” busca compensar las diferencias de acción que existen entre la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Jorge Macri lo dejó en claro al afirmar: “Sabemos que muchos delincuentes entran desde el conurbano, por eso blindamos los accesos con tecnología. No vamos a permitir que el descontrol de la Provincia afecte la vida de los porteños”.
El Anillo Digital, que comenzó a funcionar en 2017, se consolidó como una herramienta fundamental en la prevención del delito automotor y la captura de prófugos.
En la actualidad, más de 3.000 cámaras fijas y móviles monitorean la actividad urbana, sumadas a las lectoras de patente y los lectores biométricos instalados en puntos clave.
El modelo de seguridad porteño también se apoya en la inversión constante en equipamiento y capacitación policial, con el objetivo de profesionalizar la fuerza y brindarle recursos tecnológicos de última generación.
Según el Ministerio de Seguridad local, la Ciudad invierte anualmente más de 80 millones de dólares en sistemas de monitoreo, renovación de móviles y tecnología aplicada a la prevención.
Como periodista que vive y transita a diario por la Ciudad, celebro que la seguridad deje de ser un discurso abstracto y se materialice en acciones concretas.
Ver a la policía presente, tecnología que funciona y un Estado que responde, es parte de lo que necesitamos para vivir más tranquilos.
Claro que aún falta mucho por mejorar, pero en cada operativo como este se siente un paso hacia adelante.