La Justicia consideró Mercanzini «en principio, autor penalmente responsable del delito de lesiones dolosas en grado de tentativa cometidas contra el Sr. Presidente de la Nación, doctor JAVIER GERARDO MILEI y contra KARINA MILEI y lesiones leves dolosas calificadas por haber sido cometidas contra un miembro de las fuerzas de seguridad policiales».
Además, convirtió en prisión preventiva «la detención que viene sufriendo» el acusado.
Al mismo tiempo se trabó embargo sobre los bienes y/o dinero respecto del acusado hasta cubrir la suma de quinientos mil pesos ($500.000).
Mercanzini había asegurado que nunca tuvo intención de dañar al Presidente y se mostró arrepentido por haber arrojado ese botellazo que impactó en un custodio de la Policía Federal y a centímetros del rostro de Milei y su hermana Karina.
Pero para el juez, los argumentos del acusado son «un vano intento de mejorar su comprometida situación procesal pero que no logran desvirtuar la imputación enrostrada, lo que me permite avanzar en el juicio de reproche. Asimismo, tampoco existe en autos in- formación alguna que permita abordar otra hipótesis o seguir una línea de estudio en otro sentido a fin de desvirtuar la responsabilidad que atañe al imputado».
«El imputado utilizó un medio idóneo para producir un daño -una botella de vidrio- y se acercó al vallado que protegía a las autoridades para luego arrojar el objeto hacia el vehículo presidencial que transportaba al doctor Javier Milei y a Karina, evidenciando así su voluntad inequívoca de generar un menoscabo en su integridad física», evaluó el juzgado.
Sobre Milei consideró que actuó con dolo, esto es intención de lesionar, y respecto a su hermana Karina que fue dolo eventual, esto es que se tuvo que haber representado que podía provocar una lesión estando ella al lado del Presidente y donde arrojó la botella.
«Javier y Karina Milei no resultaron heridos, pero corrieron riesgo de ser lastimados pues la botella de vidrio lanzada por Mercanzini pasó sobre ellos», resumió el magistrado.
«De esta forma, si bien el plan inicial del imputado consistía en arrojar una botella de vidrio hacia la caravana presidencial y, de esta forma, lesionar al Primer Mandatario, lo cierto es que no podía desconocer que se encontraba junto a su hermana y al custodio finalmente lesionado. Dichas circunstancias implicaban la posibilidad cierta de herir a cualquiera de ellos, siendo que el imputado incorporó a su plan delictivo tales probabilidades y actuó en consecuencia», concluyó el juez en su fallo. .
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